Con el celibato los sacerdotes...
El Prefecto para la Congregación para el Clero en el Vaticano, Cardenal Mauro Piacenza, señaló que el celibato sacerdotal es un desafío y una "provocación" saludable para un mundo secularizado y erotizado que con frecuencia no lo comprende.
En un discurso en la localidad francesa de Ars y tomando como base para su reflexión la encíclica Sacra virginitas (La santa virginidad) del Papa Pío XII del 25 de marzo de 1954, el Cardenal destaca la actualidad de este texto que responde a diversas interrogantes sobre el celibato que constituye "un modo excelente de vivir el seguimiento de Cristo".
El Cardenal resalta, con palabras del Papa Pacelli, la conexión entre celibato y libertad espiritual: "para que los sagrados ministros puedan gozar esta libertad espiritual de cuerpo y alma, y para evitar que se inmiscuyan en asuntos terrenales, la Iglesia latina exige de ellos que asuman voluntariamente la obligación de la castidad perfecta".
Tras recordar que con el celibato, la paternidad de los sacerdotes no se pierde sino que "crece hasta el infinito, porque genera muchos hijos no para esta vida caduca, sino para la celeste y eterna", el Cardenal recuerda que Pío XII dice que con el celibato los sacerdotes "no se empobrecen sino que se enriquecen" porque reciben abundantemente la gracia de Dios que los llamó a su servicio.
Para el Prefecto, "en un clima siempre y cada vez más violentamente erotizado, la castidad, sobre todo de quienes en la Iglesia viven el sacerdocio ministerial, representa un desafío, todavía más elocuente, a la cultura dominante y, en definitiva, a la misma pregunta sobre la existencia de Dios y sobre la posibilidad de conocerlo y entrar en relación con Él".
Antes de concluir el Prefecto resalta que "el celibato resulta no solo particularmente oportuno y apropiado para la condición sacerdotal, sino íntimamente conectado con la esencia misma del sacerdocio, comprendida como participación en la vida de Cristo, en Su identidad y, por ello, en Su misión".
Finalmente exclama: "¡no es por gusto que algunas Iglesias de rito oriental que ordenan a varones justos probadamente, no admitan en lo absoluto a la ordenación episcopal a presbíteros uxorados (casados)!"
FUENTE: ROMA, 02 FEB. 11 / 12:15 AM (ACI)
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