CUALIDADES PARA SER SACERDOTE
pvocacional 11/07/18
Será como un hombre que iba a salir de viaje a tierras
lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes A uno le
dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de
cada uno, y luego se fue. (Mt 25, 14-30)
El que es llamado debe tener las cualidades necesarias
para ser capaz de responder al Señor, y en un buen discernimiento esto constituye un punto importante para
verificar la autenticidad de la vocación. Dios no llama a una persona sin
dotarlo de los elementos que le hacen apto para seguir su camino. Dones,
habilidades, capacidades personales… son en realidad un regalo que Dios te da
por amor, haciéndote capaz de amar de una manera particular, y dándote así la
capacidad de responder con la confianza necesaria para hacerlo plenamente.
Estas cualidades dadas por Dios son físicas,
caracteriológicas, morales y espirituales. Los dones de Dios se encuentran en
todos los ámbitos de la persona y, con el tiempo, están destinados a crecer y
madurar. El director espiritual debe ayudar a identificar estas cualidades y,
en cierto sentido, echar luz en el ámbito personal del que se siente llamado
para que la vocación (llamada) no se quede en potencia.
En realidad estas cualidades también se pueden
“enterrar” y hacer queden estériles: el egoísmo y la pereza son la cal viva que
quema el terreno. La buena semilla muere y el fruto no madura, es más: nunca
crecerá. Hay que tener en cuenta que la formación puede, con un buen método y
con el tiempo, hacer madurar mucho unas cualidades que a primera vista parecían
dar pocas garantías. Nadie nace “hecho” del todo, pero todos tenemos que
dedicarnos con alegría y una buena dosis de madurez al trabajo de nuestra
mejoría y transformación.
Fuente: http://www.vocacion.org/
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