El sentido de la vida consagrada...
El sentido de la vida consagrada es dedicarse por completo a amar: a Dios y a los hombres. Tú estarás al servicio de los demás en exclusiva, el Señor se servirá de ti para amar de forma infinita a los hombres. De ti dependerá la salvación de muchas almas y, a la vez, contribuirás a que los hombres encuentren su camino a la felicidad.
La vocación a la vida consagrada no es renunciar a la maternidad o a la paternidad, sino que a través de ella, ésta llega a su plenitud: no tendrás varios hijos naturales sino una maternidad o paternidad espiritual que se extenderá a todos los hombres.
Es bueno que estés en contacto con personas consagradas, así verás la felicidad que supone dejar todo por seguir a Cristo. Además ellas podrán guiarte y ayudarte a vencer tus miedos.
No lo olvides, nada es imposible para Él.
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