La Asunción – Nueva Esparta. En junio de 2025, el Papa
León XIV convocó un significativo encuentro con los líderes de pastoral
vocacional de todo el mundo, bajo el inspirador título de “Sacerdotes Felices”.
Esta cumbre no fue un evento más; marcó un hito al redefinir la comprensión de
la vocación sacerdotal, enfatizando que no es solo un llamado al servicio, sino
una profunda amistad con Cristo que culmina en un servicio gozoso. El mensaje
central del Santo Padre resonó con fuerza: la clave para un sacerdocio pleno y
feliz radica en una conexión íntima y personal con Jesús.
La reunión destacó de manera crucial que la formación
sacerdotal debe ser, ante todo, un “camino de relación con el Señor”. Esto
significa que el proceso de preparación no debe limitarse a la adquisición de
conocimientos teológicos o habilidades pastorales. Por el contrario, se trata
de un viaje de crecimiento espiritual que fomenta un vínculo amoroso y
constante con Cristo. Un sacerdote que vive su ministerio desde esta perspectiva
de amistad profunda, irradia una alegría auténtica y contagiosa, transformando
cada acto de servicio en una expresión de ese amor divino.